Boca de Sauron entró al servicio de Sauron durante la primera reconstrucción de Barad-dûr. Fue su fiel sirviente durante la Segunda y Tercera Edad, tanto que llegó a adquirir potentes dotes de hechicería, lo que le llevó a alargar tanto su vida que llegó a olvidar su verdadero nombre. A finales de la Tercera Edad se convirtió en el Lugarteniente de la Torre de Barad-dûr.

La figura de Boca de Sauron era alta y maléfica, estaba cubierto por un manto negro y por un yelmo de cimera alta, también negro. Durante la Guerra del Anillo, en el año 3019 de la Tercera Edad, como emisario de Sauron se enfrentó dialécticamente a los capitanes del Oeste en la última batalla ante la Puerta Negra. Portaba las ropas y enseres de Frodo y Sam robadas en la torre de Cirith Ungol, a los que acusó de espías, sin lograr adivinar las verdaderas intenciones de los Hobbits. Pronto se dió cuenta de que el desánimo cundía entre sus adversarios, y atisbó en cierta manera, la importancia de los Hobbits. Sin embargo, las exigencias territoriales por la rendición total de Gondor y Rohan eran inaceptables aunque Gandalf, Aragorn y compañía estuviesen convencidos del fracaso de la misión del portador del Anillo. La Batalla del Morannon fue terrible y desoladora, hasta que, contra toda esperanza, el Anillo fue destruído. Sin embargo, y pese a la total derrota de los ejércitos de Mordor, no puede deducirse el fin último de Boca de Sauron. Jamás se supo si murió durante la batalla o no.